Ese silencioso personaje vestido y pintado de negro, que no se mueve excepto para saludar o dar la mano cuando uno le da dinero está siempre en la puerta de la catedral de Mérida todo el tiempo parado haciendo el rol de estatua, junto a su hijo que ahora se incorporó a tener el mismo oficio de su padre, pero este se pinta de blanco.
Al principio fue Fakir y como tal se fue a Europa teniendo bastante éxito económico, luego fue en Barcelona, España, donde tuvo la idea de ser una estatua viviente y cuando fue a buscar un traje de Ninja sólo quedaba uno que tenía su misma talla, por lo que pensó que era para él, y desde entonces ese es su trabajo, ser una estatua viviente.
EPISODIO Nº6 EL NINJA
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